Hablemos de setas
HABLEMOS DE SETAS
Vamos a comenzar una serie “hablemos de setas” con la intención de compartir y divulgar conocimientos sencillos de las principales setas que nos vamos a encontrar en nuestros bosques. No se trata de exponer un tratado científico con macro y microscopia, estudios filogenéticos, evolución taxonómica….. Se trata de compartir características comunes y fáciles de identificar con la simple observación macroscópica de las setas. Además se pretende que cada uno aporte sus comentarios, experiencias, fotografías, recetas, …. Lo que considere oportuno y que nos ayude a todos los demás. Insisto en que no es un tratado científico, solo divulgativo a simple vista.
Empezamos con la Amanita caesarea que ha sido considerada como la reina de la setas (exceptuando la Trufa), desde los tiempos del Imperio romano. Es sin duda una seta exquisita pudiéndose consumir de numerosas y variadas formas.
Foto nº 1, 2, 3 y 4 Inicio en forma de huevo blanco. Evoluciona de globoso a convexo y finalmente plano. La cutícula La cutícula es de color típicamente anaranjado, es separable -dejando ver la carne con color amarillento-, de superficie lisa, viscosa con la humedad, después brillante, sobre todo de joven. Margen agudo y estriado, se aprecia mejor en sombreros desplegados. Olor suave que pasa a ser desagradable en ejemplares muy adultos.
Foto 5 Ojo con las láminas, al principio de color amarillo pálido, después amarillo dorado, nunca blancas. El pie es amarillo claro, recto y con un anillo del mismo color, frágil, amplio, colgante, membranoso, estriado en la parte superior. La carne es blanca, amarillenta bajo la cutícula, espesa, tierna, de sabor agradable y olor suave.
Foto 6 Aparece a principios de otoño, generalmente en bosques de encinas o alcornoques, pero a veces muy abundante en bosques caducifolios (robles o castaños).
Foto 7. A veces está atacada por otro hongo Mycogone rosea. Asi no es comestible.
Foto 8 y 9.- Podria confundirse con una Amanita muscaria, tóxica, que estuviera lavada por la lluvia pero si le dais la vuelta veréis que las láminas y el pie son blancos.
Foto 10 y 11.- También se podría confundir con la Russula aurea, pero si os fijais no tiene volva ni anillo. De todas formas esta seta también es comestible.
Bueno ahora os toca a vosotros enviar comentarios o aportar lo que consideréis oportuno